Primeros Pasos ...

No existe una edad determinada para que el bebé empiece a caminar. Algunos bebés empiezan a caminar a los 9 meses, y otros a los 12 o 13 meses de edad. Los padres solamente deben empezar a preocuparse cuando el bebé no camina a partir de los 18 meses. En este caso, es necesario que acudan al pediatra para que reciban la orientación necesaria, o que descarten algún problema en este sentido.

El pie plano se define por la ausencia del arco normal de la planta del pie de los niños. Sin este arco, los niños caminan apoyando toda la planta del pie en el suelo, cuando deberían apoyar solamente la punta, el talón y el borde externo de los pies.

No es un problema grave pero constituye una de las consultas más frecuentes en ortopedia infantil.

Es muy normal que los bebés tengan pies planos. La acumulación de grasas conciliada a la debilidad de los ligamentos, hacen  que los pies de los bebés no presenten el arco en su planta. El arco se desarrolla poco a poco a medida que la musculatura de los pies del bebé se vaya fortaleciendo. Es solamente a partir de los 2 o 3 años de edad, cuando el niño ya lleva uno o dos años caminando, que se podrá notar el arco interno en sus pies.

En algunos casos los padres pueden comprobar cómo aparece el arco sólo cuando el niño se pone de puntillas. Y en otros, se puede ver el arco solamente cuando el pie del niño no está apoyado. Tanto un caso como el otro, no está considerado normal, aunque el niño no sienta dolor. Si el niño presenta dolor de pie, dolor en el tobillo o dolor en la parte baja de la pierna, puede ser síntomas de pie plano. En estos casos, los padres deben comentar sus dudas con el pediatra del niño, quién hará una valoración por si el niño necesita la atención de un especialista o no. Un diagnóstico adecuado solo puede ser determinado cuando el niño empiece a dar sus primeros pasitos.

El calzado perfecto

Para asegurar que los pies de nuestros hijos se desarrollen debidamente es esencial que el calzado sea del tamaño adecuado. El primer paso para encontrar el calzado perfecto es medirle los pies adecuadamente. Es vital que se realicen comprobaciones regularmente para asegurarse de que el calzado siga cuidando adecuadamente de los pies de tu hijo. La medición se debe volver a comprobar a las 6 semanas, ampliando gradualmente el plazo hasta hacerlo cada 4-5 meses cuando el niño tenga 5 años. A pesar de que hay cientos de maneras diferentes de gatear, las zonas más expuestas de los pies son la punta y el talón. Por ello, es importante que los zapatos que los bebés empleen estén reforzados en el talón y en la puntera. También deben ser flexibles para que se adapten a sus movimientos, pero lo suficientemente duros para que les sujeten el tobillo cuando intentan dar sus primeros pasos o retuercen el pie gateando.

Como siempre, el calzado debe ser de un material adecuado para que el pie transpire, preferiblemente de piel. Además, recordemos que los zapatos no deben hacerle rozaduras, por tanto, mejor si se calzan con un calcetín de algodón para que el pie pueda transpirar.